Cuando lanzamos la propuesta y comenzamos a hablar de lo que queríamos saber y de lo que ya conocíamos, surgieron un montón de preguntas y comentarios. Sin duda, los más impactantes fueron los relacionados con el cambio climático, los polos que se derriten y la extinción de las especies. De una en otra, fuimos acercándonos a la idea de que un ecosistema puede destruirse si lo alteramos y entonces, los seres vivos que lo habitan, llegarán a irse o a desaparecer... verdaderamente, fue una mañana muy interesante que llevó a una reflexión más profunda sobre lo que pretendíamos. Animales, plantas y paisajes se ven en todas las etapas y durante toda la vida escolar, sin embargo, pueden enfocarse desde variados puntos de vista y si éstos surgen del interés del alumnado, con muchísima más razón. Así que esto va de seres vivos, pero sobre todo de respeto y preservación de la naturaleza. Es muy esperanzador ver que los que vienen detrás se conciencian sobre el cuidado del medio ambiente y por tanto, es nuestra responsabilidad potenciarlo.
Esta ha sido una apuesta constante desde el centro en distintas iniciativas (huerto escolar, red de escuelas por el reciclaje y mucho más...) y que este año va a cobrar un protagonismo especial pues nos centraremos en el respeto, cuidado y conservación del entorno acercándonos a culturas que desde el principio de los tiempos atesoraron la enorme sabiduría de entender que nosotros no somos dueños de la naturaleza, sino sus huéspedes, que, con la "civilización" mal entendida hemos despreciado. Es hora de echar una mirada hacia atrás y atesorar la verdadera sabiduría para, así, poder seguir adelante trabajando por un mundo mejor.
Un proverbio sioux dice "Cuando la sangre de tus venas retorne al mar, y el polvo de tus huesos vuelva al suelo, quizás recuerdes que esta tierra no te pertenece a ti, sino que tu perteneces a la tierra"
No hay pistoletazo de salida con imágenes del cole, sino con un vídeo para concienciarnos un poco.
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